viernes, 30 de marzo de 2012

Heridas en el Costado


5. Heridas en el Costado
El órgano más importante que encontramos en el costado es el corazón, y el corazón tiene que ver con nuestros sentimientos, los cuales deben ser sanados en donde se requiera para disfrutar de un excelente matrimonio, y relación con nuestros hijos.

ALEGRÍA DEL CORAZÓN
Algo que debemos cuidar es el corazón, para que por nada del mundo pierda la alegría, ya que Dios desea que estemos alegres, porque Él es un Dios de fiesta, y los hijos deben parecerse al padre. Sal. 4:7  Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

El salmista establece que todos los hombres encuentran gozo en los buenos negocios que dejan extraordinarias ganancias y aseguran el porvenir. Sin embargo la experiencia de disfrutar la Gloriosa presencia de Dios, aun en condiciones no favorables, supera a esa dicha, ya que cuando David escribió este salmo, estaba viviendo adversidades, pero al disfrutar su Gloria y Presencia sentía la vida mucho más emotiva que cualquier mortal en los mejores momentos de su vida, es decir que la vida del Espíritu es más Gloriosa y Plena que cualquier éxito temporal.

David ya había experimentado la bendición de llenar sus graneros, y de recaudar los impuestos que como rey le correspondía, habitaba un palacio y desde luego el cambio de vida de pastor a rey fue muy cómodo a su alma, pero la nueva posición nunca le dio la bendición y alegría que le produjo experimentar la Gloria de Dios; ya que esa bendición si ministra alegría, sea en una majada, o sea en un palacio.  

No dejemos que nada, ni nadie nos prive de ser la gente más feliz de la tierra, teniendo en casa un altar que sea el encuentro de los miembros de la familia con Dios, y así convertirnos en seres inmunes a la tristeza, amargura, depresión, apretura económica, etc.

Recordemos que nos casamos para hacer feliz a nuestra pareja, e hijos. Ellos dependen de nuestro gozo para recibirlo.

Es un error casarse con la mentalidad de recibir amor, apoyo, compañía, estatus económico, atención, servicio, etc. Ya que el amor es dar no recibir. Así que quien va al matrimonio debe llevar un cargamento de bendiciones para la otra parte de tal manera que lo antes mencionado sea lo que lleve para aportar a la otra parte. Hech. 20:35…Más bienaventurado es dar, que recibir.

Todos los creyentes estamos llamados a dar a nuestra pareja e hijos de comer de los frutos del Espíritu. Recordemos que los árboles no dan fruto para sí, sino para los que le rodean. Cuando dos árboles del Espíritu se casan, comen de lo mismo, solo que uno del otro.

DOLOR DE LA TRAICIÓN, E INFIDELIDAD
Sal. 22:14  He sido derramado como el agua y todos mis huesos se descoyuntaron. Mi corazón fue como cera, derritiéndose dentro de mí.

En el momento que David escribe este salmo, está pasando por un momento difícil, pues Saúl su rey, con todas sus tropas, se ha levantado contra él, a pesar que fue David quien los libró de las manos de los filisteos al vencer a Goliat.

Saúl le debe la vida a David, pero por envidia lo persigue y lo obliga al exilio.

1Sam. 18:19 Sin embargo, cuando llegó la fecha en que Saúl había de casar a su hija Merab con David, Saúl se la entregó por esposa a Adriel de Mejolá. Lejos de recibir reciprocidad del Monarca, y las bendiciones por la deuda de la propia vida, Saúl traiciona a David, es triste recibir puñaladas y ser traicionado. Con razón exclama en el salmo veintidós, mi corazón fue como cera, hablando de lo débil que una persona puede sentirse para enfrentar la vida frente a la traición, probando que hasta el más grande y fiero guerrero (vencedor de osos, leones y gigantes) se siente destruido frente a la traición.

David se había ganado como recompensa de la aguerrida hazaña al matar al filisteo, la mano de Merab, hija de Saúl, y vemos otra acción de Saúl contra David entregándola a Adriel.

Por tal razón el que está en tentación debe sabe que será un golpe terrible para su pareja e hijos esa traición, es mejor apartarse, es mejor desertar del camino de traición, es mejor agradar a Dios que a los hombres.

INFIDELIDAD CONYUGAL
No hay cosa más difícil que ser traicionado por la infidelidad del conyugue. Y hay un llamado del Espíritu Santo a la iglesia de cuidarse sobre todo en estos tiempos que son finales y definitivos, donde la maldad sexual se desatará como en los días de Noé o de Lot, que fueron períodos de libertinaje sexual.

Además el apóstol Juan nos muestra que en los principios de dolores que la iglesia sufrirá, se desata en los aires una potestad montando un caballo rojo. El color rojo nos habla además de la violencia propiamente descrita en el pasaje, de pasión, inmoralidad, y concupiscencia  sexual.

Es de saber que si está profetizado el adulterio espiritual para la venida del Señor de su iglesia, el adulterio físico será todavía más marcado en matrimonios cristianos, pues el que le es infiel a su Creador y Dios, cómo no lo será hacia las criaturas.

Por eso debemos tomar la medicina: amar al Señor con todo nuestro corazón. Una pareja que ama y persevera en el Altar de Dios, buscando Presencia de Dios, y su Palabra, nunca será vulnerable a dichas potestades, pues está bajo la cobertura del Altísimo como lo dice el Salmo 91, y así veremos que caen a nuestro lado mil y diez mil a la izquierda, pero a nosotros no nos llegará.

La clave para no caer en adulterio es tener a Dios agradado, cuando alguien agrada a Dios es librado por el mismo cielo, Pro 22:14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella.

NOTA
La infidelidad no siempre es sexual, a veces se marca cuando una de las partes del matrimonio permite insultos, humillaciones, desprecios, chistes pesados acerca de su pareja, con sus padres, es infidelidad marcar preferencias hacia los padres y no al conyugue; no digamos cuando es por una amistad, un deporte, un club, un grupo social, o el mismo privilegio en la iglesia.

Si desea una buena relación de sus padres hacia su pareja, márquela desde el principio; y si ha permitido esto, cuéntele a sus padres que está restaurando su matrimonio, y que parte de la restauración es restaurar el respeto hacia la persona amada, y que por ningún momento Ud. desea que se hagan malos comentarios de su conyugue.

Uno de los principios del matrimonio es dejar padre y madre para vivir aparte de los suegros, así que no viva con ellos; haga los esfuerzos por salir de la casa paterna. Hay gente que por ahorrarse unos dólares, termina con problemas, que después, ni con todo el oro del mundo puede resolver.

El error es pensar que como se lleva bien la pareja con los suegros eso le da licencia para vivir en casa de sus padres, la pregunta es: si se llevan bien, por qué permitir que eso termine, o se deteriore.  Tarde o temprano los padres intervendrán en la forma de convivencia, tendrán roces por la educación de los hijos, etc.

Otra forma de ser infiel, es cuando no se provee para las necesidades de la pareja, cuando el esposo es haragán, cuando se desentiende de sus obligaciones de proveedor en la pareja.  Hay mujeres que se quejan del descuido en cosas que son básicas en la pareja, tales como ropa interior, desodorantes, artículos de belleza, etc.

INFIDELIDAD DE LOS PADRES A  LOS HIJOS 
Hay maneras en las cuales los padres pueden mostrar infidelidad hacia los hijos, y de igual forma causa dolor a sus almas, lo cual debemos cuidar.

Cuando atiendo las necesidades de otros descuidando las de ellos.
Es bueno dar consejos, atender los problemas de todos los que acuden a nosotros, pero recordemos que la primera iglesia que tenemos que ministrar son los de casa. Ellos esperan que los padres sean sus sacerdotes, y consejeros; recuerde que si no lo hace Ud. otro lo puede hacer con intensiones diabólicas.

Cuando no hay esfuerzo para atender las necesidades económicas de los hijos.
Un hijo espera que el padre sea su proveedor, y tiene todo el derecho de que se le asista en su desarrollo terrenal, el problema estriba en la haraganería de los padres al proveer para los suyos, desde luego cuando el padre trabaja y se esfuerza, los hijos deben adecuarse a la provisión que se les pueda dar. Prov. 24:33-34 33 Tomando un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano, otro poco para volver a dormir: 34 Vendrá como caminante tu necesidad; y tu pobreza como hombre de escudo.

INFIDELIDAD DE LOS HIJOS HACIA LOS PADRES
De los solteros, se maneja la infidelidad, cuando no responden a los esfuerzos laborales,  económicos, desvelos, cuidados, etc. que un padre hace por un hijo. Reprobando las materias o cursos escolares, derrochando la provisión que se da. Aparentando un comportamiento en casa, siendo lo contrario cuando no está a la vista de ellos. Avergonzarse de ellos por su apariencia, pobreza, raza, etc.

De los casados, se maneja la infidelidad, cuando no visitan a sus padres, no los atienden en sus enfermedades, en sus necesidades afectivas, en sus necesidades económicas; olvidando los cuidados que desde el vientre han desarrollado a favor de nosotros.

Este descuido se marca todavía más cuando ha habido problemas entre suegros (as) y yernos o nueras. Que el Dios de la Gloria nos conceda un espíritu de humildad para pasar por alto las ofensas del pasado, perdonar y promover los actos de justicia a favor de los padres. Por ningún motivo permita que su conyugue descuide a sus padres, anímelo a visitar y asistir en amor a sus padres, y desde luego acompáñelo con su conyugue e hijos.

Alerta a los esposos cuyas esposas no trabajan percibiendo un salario, ya que se dedican a los oficios de casa, pues dependen de su marido para proveer algo a sus padres, los que queremos bendición del Señor debemos apartar algo para los suegros.
  
Si ha sufrido cualquier tipo de infidelidad, o si la relación con los suegros está rota; No olvide para eso Jesús sufrió en la Cruz, la traición de su pueblo; para que por sus heridas en el costado seamos sanados.

Mc. 15:23  Le dieron a beber vino mezclado con mirra,  pero él no lo tomó.  Cuando Jesús rechaza ésta pócima, es porque dicha bebida era utilizada como sedante, y Él nos quiere dejar bien claro, que no desea ministrarnos sedantes, paliativos, o remiendos; sino que nos ofrece una sanidad total y completa de nuestra alma herida, frustrada, traumada, y lastimada. Sea que lo hayamos provocado o no, el es nuestro sanador, Jehová Rapha.

Uno de los atributos que Dios comparte con los hombres es el de poder perdonar, recordemos que Dios nos permite esa gracia para que sintamos en parte la dicha que El siente cuando nos perdona.



Que Bendición que por sus llagas hemos sido sanados.

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