5. Heridas en el Costado
El órgano más importante que encontramos en el
costado es el corazón, y el corazón tiene que ver con nuestros sentimientos,
los cuales deben ser sanados en donde se requiera para disfrutar de un
excelente matrimonio, y relación con nuestros hijos.
ALEGRÍA DEL CORAZÓN
Algo que debemos
cuidar es el corazón, para que por nada del mundo pierda la alegría, ya que
Dios desea que estemos alegres, porque Él es un Dios de fiesta, y los hijos
deben parecerse al padre. Sal. 4:7 Tú
diste alegría a mi corazón, mayor
que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
El salmista establece que todos los hombres
encuentran gozo en los buenos negocios que dejan extraordinarias ganancias y
aseguran el porvenir. Sin embargo la experiencia de disfrutar la Gloriosa
presencia de Dios, aun en condiciones no favorables, supera a esa dicha, ya que
cuando David escribió este salmo, estaba viviendo adversidades, pero al
disfrutar su Gloria y Presencia sentía la vida mucho más emotiva que cualquier
mortal en los mejores momentos de su vida, es decir que la vida del Espíritu es
más Gloriosa y Plena que cualquier éxito temporal.
David ya había experimentado la bendición de llenar
sus graneros, y de recaudar los impuestos que como rey le correspondía,
habitaba un palacio y desde luego el cambio de vida de pastor a rey fue muy
cómodo a su alma, pero la nueva posición nunca le dio la bendición y alegría
que le produjo experimentar la Gloria de Dios; ya que esa bendición si ministra
alegría, sea en una majada, o sea en un palacio.
No dejemos que nada, ni nadie nos prive de ser la
gente más feliz de la tierra, teniendo en casa un altar que sea el encuentro de
los miembros de la familia con Dios, y así convertirnos en seres inmunes a la
tristeza, amargura, depresión, apretura económica, etc.
Recordemos que nos casamos para hacer feliz a
nuestra pareja, e hijos. Ellos dependen de nuestro gozo para recibirlo.
Es un error
casarse con la mentalidad de recibir amor, apoyo, compañía, estatus económico,
atención, servicio, etc. Ya que el amor es dar no recibir. Así que quien va al
matrimonio debe llevar un cargamento de bendiciones para la otra parte de tal
manera que lo antes mencionado sea lo que lleve para aportar a la otra parte. Hech. 20:35…Más bienaventurado
es dar, que recibir.
Todos
los creyentes estamos llamados a dar a nuestra pareja e hijos de comer de los
frutos del Espíritu. Recordemos que los árboles no dan fruto para sí, sino para
los que le rodean. Cuando dos árboles del Espíritu se casan, comen de lo mismo,
solo que uno del otro.
DOLOR DE LA TRAICIÓN, E INFIDELIDAD
Sal. 22:14 He sido
derramado como el agua y todos mis huesos se descoyuntaron. Mi corazón fue como cera, derritiéndose
dentro de mí.
En el momento que David
escribe este salmo, está pasando por un momento difícil, pues Saúl su rey, con
todas sus tropas, se ha levantado contra él, a pesar que fue David quien los
libró de las manos de los filisteos al vencer a Goliat.
Saúl le debe la vida a David,
pero por envidia lo persigue y lo obliga al exilio.
1Sam. 18:19 Sin embargo,
cuando llegó la fecha en que Saúl había de casar a su hija Merab con David,
Saúl se la entregó por esposa a Adriel de Mejolá. Lejos de recibir
reciprocidad del Monarca, y las bendiciones por la deuda de la propia vida,
Saúl traiciona a David, es triste recibir puñaladas y ser traicionado. Con
razón exclama en el salmo veintidós, mi corazón fue como cera, hablando de lo
débil que una persona puede sentirse para enfrentar la vida frente a la
traición, probando que hasta el más grande y fiero guerrero (vencedor de osos,
leones y gigantes) se siente destruido frente a la traición.
David
se había ganado como recompensa de la aguerrida hazaña al matar al filisteo, la
mano de Merab, hija de Saúl, y vemos otra acción de Saúl contra David
entregándola a Adriel.
Por
tal razón el que está en tentación debe sabe que será un golpe terrible para su
pareja e hijos esa traición, es mejor apartarse, es mejor desertar del camino
de traición, es mejor agradar a Dios que a los hombres.
INFIDELIDAD CONYUGAL
No
hay cosa más difícil que ser traicionado por la infidelidad del conyugue. Y hay
un llamado del Espíritu Santo a la iglesia de cuidarse sobre todo en estos
tiempos que son finales y definitivos, donde la maldad sexual se desatará como
en los días de Noé o de Lot, que fueron períodos de libertinaje sexual.
Además
el apóstol Juan nos muestra que en los principios de dolores que la iglesia
sufrirá, se desata en los aires una potestad montando un caballo rojo. El color
rojo nos habla además de la violencia propiamente descrita en el pasaje, de
pasión, inmoralidad, y concupiscencia
sexual.
Es de
saber que si está profetizado el adulterio espiritual para la venida del Señor
de su iglesia, el adulterio físico será todavía más marcado en matrimonios
cristianos, pues el que le es infiel a su Creador y Dios, cómo no lo será hacia
las criaturas.
Por
eso debemos tomar la medicina: amar al Señor con todo nuestro corazón. Una
pareja que ama y persevera en el Altar de Dios, buscando Presencia de Dios, y
su Palabra, nunca será vulnerable a dichas potestades, pues está bajo la
cobertura del Altísimo como lo dice el Salmo
91, y así veremos que caen a nuestro lado mil y diez
mil a la izquierda, pero a nosotros no nos llegará.
La clave para no
caer en adulterio es tener a Dios agradado, cuando alguien agrada a Dios es
librado por el mismo cielo, Pro 22:14 Fosa profunda es la boca
de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en
ella.
NOTA
La
infidelidad no siempre es sexual, a veces se marca cuando una de las partes del
matrimonio permite insultos, humillaciones, desprecios, chistes pesados acerca
de su pareja, con sus padres, es infidelidad marcar preferencias hacia los
padres y no al conyugue; no digamos cuando es por una amistad, un deporte, un
club, un grupo social, o el mismo privilegio en la iglesia.
Si
desea una buena relación de sus padres hacia su pareja, márquela desde el
principio; y si ha permitido esto, cuéntele a sus padres que está restaurando
su matrimonio, y que parte de la restauración es restaurar el respeto hacia la
persona amada, y que por ningún momento Ud. desea que se hagan malos
comentarios de su conyugue.
Uno
de los principios del matrimonio es dejar padre y madre para vivir aparte de los
suegros, así que no viva con ellos; haga los esfuerzos por salir de la casa
paterna. Hay gente que por ahorrarse unos dólares, termina con problemas, que
después, ni con todo el oro del mundo puede resolver.
El
error es pensar que como se lleva bien la pareja con los suegros eso le da
licencia para vivir en casa de sus padres, la pregunta es: si se llevan bien,
por qué permitir que eso termine, o se deteriore. Tarde o temprano los padres intervendrán en
la forma de convivencia, tendrán roces por la educación de los hijos, etc.
Otra
forma de ser infiel, es cuando no se provee para las necesidades de la pareja,
cuando el esposo es haragán, cuando se desentiende de sus obligaciones de
proveedor en la pareja. Hay mujeres que
se quejan del descuido en cosas que son básicas en la pareja, tales como ropa
interior, desodorantes, artículos de belleza, etc.
INFIDELIDAD DE LOS PADRES A LOS HIJOS
Hay
maneras en las cuales los padres pueden mostrar infidelidad hacia los hijos, y
de igual forma causa dolor a sus almas, lo cual debemos cuidar.
Cuando atiendo las necesidades de otros
descuidando las de ellos.
Es
bueno dar consejos, atender los problemas de todos los que acuden a nosotros,
pero recordemos que la primera iglesia que tenemos que ministrar son los de casa.
Ellos esperan que los padres sean sus sacerdotes, y consejeros; recuerde que si
no lo hace Ud. otro lo puede hacer con intensiones diabólicas.
Cuando no hay esfuerzo para atender las
necesidades económicas de los hijos.
Un
hijo espera que el padre sea su proveedor, y tiene todo el derecho de que se le
asista en su desarrollo terrenal, el problema estriba en la haraganería de los
padres al proveer para los suyos, desde luego cuando el padre trabaja y se
esfuerza, los hijos deben adecuarse a la provisión que se les pueda dar. Prov. 24:33-34 33 Tomando un
poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano, otro poco para
volver a dormir: 34 Vendrá como caminante tu necesidad; y tu pobreza
como hombre de escudo.
INFIDELIDAD DE
LOS HIJOS HACIA LOS PADRES
De los solteros, se maneja la infidelidad, cuando no
responden a los esfuerzos laborales, económicos, desvelos, cuidados, etc. que un
padre hace por un hijo. Reprobando las materias o cursos escolares, derrochando
la provisión que se da. Aparentando un comportamiento en casa, siendo lo
contrario cuando no está a la vista de ellos. Avergonzarse de ellos por su
apariencia, pobreza, raza, etc.
De los casados, se maneja la infidelidad, cuando no
visitan a sus padres, no los atienden en sus enfermedades, en sus necesidades
afectivas, en sus necesidades económicas; olvidando los cuidados que desde el
vientre han desarrollado a favor de nosotros.
Este
descuido se marca todavía más cuando ha habido problemas entre suegros (as) y
yernos o nueras. Que el Dios de la Gloria nos conceda un espíritu de humildad
para pasar por alto las ofensas del pasado, perdonar y promover los actos de
justicia a favor de los padres. Por ningún motivo permita que su conyugue
descuide a sus padres, anímelo a visitar y asistir en amor a sus padres, y
desde luego acompáñelo con su conyugue e hijos.
Alerta
a los esposos cuyas esposas no trabajan percibiendo un salario, ya que se
dedican a los oficios de casa, pues dependen de su marido para proveer algo a
sus padres, los que queremos bendición del Señor debemos apartar algo para los
suegros.
Si ha sufrido cualquier tipo de infidelidad, o si la
relación con los suegros está rota; No olvide para eso Jesús sufrió en la Cruz,
la traición de su pueblo; para que por sus heridas en el costado seamos
sanados.
Mc. 15:23 Le dieron a beber vino mezclado con
mirra, pero él no lo tomó. Cuando Jesús rechaza ésta pócima, es porque dicha
bebida era utilizada como sedante, y Él nos quiere dejar bien claro, que no
desea ministrarnos sedantes, paliativos, o remiendos; sino que nos ofrece una
sanidad total y completa de nuestra alma herida, frustrada, traumada, y
lastimada. Sea que lo hayamos provocado o no, el es nuestro sanador, Jehová Rapha.
Uno de los atributos que Dios comparte con los hombres es el de poder
perdonar, recordemos que Dios nos permite esa gracia para que sintamos en parte
la dicha que El siente cuando nos perdona.
Que Bendición
que por sus llagas hemos sido sanados.
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